5.3.09

INCONSCIENTE EN LAS ORGANIZACIONES

Se empeñaba Julian en distinguir la forma de trabajo que hemos tenido en este curso del psicoanálisis o de la idea de inconsciente colectivo de Jung. Tenía razón en parte, no es totalmente equivalente pero yo sigo pensando que la base es común y nada desdeñable aunque sea difícil ofrecérsela a las empresas o a los grupos.

Liberar nuestro potencial, sin filtros, con total aceptación de las imágenes que nos vengan, de las historias, compartiendo los sueños y esto no en el sentido de visión sino de nuestros intersticios oníricos; y al hacer esto olvidar nuestro pudor. Así conseguimos enriquecer nuestro pensamiento y elaborar hipótesis, dejando fluir nuestras ideas, y tal vez se produzca el momento mágico que comprendamos, que establezcamos una relación diferente en el grupo y que el grupo descubra su grito interior y las hipótesis compartidas generen acciones. Y el grito no es dolor, tiene más que ver con nuestra necesidad más íntima, cuando establecemos la relación, tenemos una inquietud y la expresión de esa inquietud a veces es críptica; en ocasiones porque no le damos permiso para que se haga consciente y en ocasiones porque no queremos que los otros la reconozcan pero opera en las relaciones. La escucha se vuelve así, otra vez, la clave de la comunicación, la escucha limpia sin historia ni prehistoria anterior.

Nos viene a la mente la frase de Wilfred Bion, algo así como que para aprender hace falta empezar sin memoria y sin deseo.

Cambiar no es igual a transformar, a veces cambiamos para seguir manteniéndonos en el mismo lugar, la transformación personal está dentro y en las relaciones que construyo.

Esto se complica con los roles, y como siempre volvemos a ver que nada es bueno ni malo, que lo adecuado es reconocerlo y reconocer su función y preguntarnos ¿De qué me protege este comportamiento? Veremos si es imprescindible mantenerlo o podemos conseguir lo mismo de otra manera.

Reto interesante trabajar en esta clave.