8.3.09

¿DEFERENCIA, DIFERENCIA O IGUALDAD?

Hace unos días asistía en Madrid a un clase de Silvia Guarnieri. Se reunían allí casi cuarenta futuros coaches y la clase iba a versar sobre Los Actos del Habla (en estos momentos estoy leyendo el libro de Searle con el mismo título de la clase) las disertaciones son algo vivo y Silvia siemrpe da prioridad al estado del auditorio. ¿En qué punto se encontraban aquellas personas que tenía delante? Y así les animó a hacer un "bestiario" con sus errores, reales o imaginarios a través de los cuales entre todos compartiríamso la reflexión, no sé si moralizante, fin que buscan los bestiarios clásicos pero desde luego didáctica.

El grupo era rico y valiente exponiendo los errores que en los primeros pasos de sus prácticas como coaches iban surgiendo y de ahí pasamos a las distinciones. ¿Qué nuevas distinciones nos ha dado el coaching desde que nos acercamos a él? Este es un punot interesante de crecimeitno de los grupos que se forman en coaching. Las distinciones se viven, arraigan en la experiencia de cada uno, "conmueven"; y entrecomillo esta palabra porque no es la acepción que normamelmente le damso la que nos sirve en coaching sino la otra acepción que aparace en el diccionario de la RAE o sea, las distinciones tienen la capacidad de "perturbar, inquietar, alterar, mover fuertemente o con eficacia" al que las escucha por primera vez.
Los grupos suelen crear su propio glosario de "distinciones", es lógico, si hemos dicho que arraigan en la experiencia en los juicios y creencias de cada uno y que desde ahí las mostramos, los grupos se convierten en "comunidades de aprendizaje natural" y "buceando" en su ser, muestran y comparten las "distinciones" que descubren en su camino como coach.

De todos modos, hay algunas que aparecen siempre, en esto descubrimos que compartimos más grandezas y miserias de las que creemos aunque las enviemos al abismo más profundo de nuestro inconsciente. Digo que algunas distinciones son comunes y ahí surge Tolerancia y Aceptación. Dice Maturana que la tolerancia es una confrontación diferida. Fue un gran alivio descubrir esta frase en tiempos en los que la tolerancia era la palabra que estaba en boca de todos y yo no la sentía como adecuada. Lo díficil es aceptar lo diferente, cuando no te toca probablemente toleres y es un paso, de acuerdo, pero al fin es aceptar.

Hoy Ernesto Neira, la persona que estuvo en coma por la agresión de "un cucaracha" como dice el por salir en defensa de una mujer que estaba siendo maltratada, habla de deferencia hacia la mujer, los chicos deben actuar por deferencia y yo creo que por diferencia. Sería un triunfo el reconocimiento de la diferencia y la aceptación, pero verdadera, de corazón, de la diferencia que suponemso cada uno de nosotros y por ende nuestro sexo (que no género). A veces me da ganas de gritar que no quiero ser igual a los chicos lo que quiero es que mi sexo no intervenga en nuestros clichés mentales. Y eso va más allá del maquillaje en el lenguaje, es un mapa mental nuevo que revoluciona el inconsciente colectivo y donde podemos entender sin sorpresa aquella historia donde un padre y un hijo tienen un grave accidente resultando muerto el padre y cuando el hijo llega a urgencias la persona de guardia dice: "No puedo operarle, es mi hijo"

1 Comments:

Blogger Fernando García Pañeda said...

A veces es cuestión semántica. Tolerancia, palabra demasiado manoseada y sobrevalorada, es menos que aceptación en la diferencia.
Terrible la anécdota final.
Un abrazo.

2:38 p. m.

 

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