SORTELHA

Se está convirtiendo en tradición. Acabo de volver de pasar una semana en la Salamanca campera, no sé si es un buen calificativo porque aunque en el camino a Aldeadávila podamos disfrutar de la visisón de los toros bravos entre encinares al llegar a las arribes la dureza del terreno se impone y los toros desaparecen. Siempre me maravillo de que nuestros antepasados pudieran sacar algún fruto a la tierra entre tanta peña granítica.

Decía que se está convirtiendo en tradición hacer una excursión al Portugal más desconocido (creo yo)Esta vez mi amiga Ana se había enterado de la existencia de un pueblo llamado Sortelha. Optamos por evitar el típìco paso a Portugal por Fuentes de Oñoro y más al sur entramos desde un pueblo con un atractivo nombre, La Alberguería de Arganán y desde ahí a Aldeia da Ponte. Las imágenes en vías de desaparición te sorprende enseguida, matrimonios de ancianos en sus carros volviendo de la faena, el mantenimiento con orgullo y dignidad de vestimentas que me retrotaen al color sepia,... El paisaje, como siempre que voy a Portugal, mimado, limpio, peinado por no se sabe ahora qué herramientas,..

Después de un tiempo llegamos al destino,Sortelha pertenece al conjunto de aldeias historicas construidas en granito y restauradas para su conservación.

Entramos en el recinto amurallado y allímismo en el primer restaurante que encontramos, comimos el preceptivo plato de bacalao




Asistimos al proceso artesanal auténtico de fabricar cestas con hierbas y pita.



Encontramos resistencias de un pasado de sangre azul


Y paseamos entre sus casas clavadas en la peña