20.7.06

MUJER EN GUERRA

¡Vaya Sorpresa! Maruja Torres envía crónicas desde Beirut. El domingo leí en El País una (no sé si habría empezado antes), me sorprendió; parece ser que los últimos acontecimientos han atrapado a Maruja en el país que ella ha reconocido como el de sus amores, al que siempre volverá. No encuentro el libro que escribió hace unos años, Mujer en guerra, con el subtítulo de Más másters da la vida ¡ y tanto! Ella, que es una autodidacta admirable, tiene en la vida su mejor y más importante maestra. En aquel libro nos describe el impacto que supuso cubrir aquella guerra del Líbano. Oriana Fallaci también nos dejó un libro estupendo Insciallah.
Pensé que lo del domingo era algo puntual pero ayer y anteayer, me doy cuenta que estoy equivocada y veo que el instinto de reportera y su amor a ese país están inalterables. ¡Y yo que había pensado que se había convertido en una articulista de salón, escribiendo colaboraciones semanales ilustradas con esos dibujos que la representa con la cintura de avispa que le hacía tanta ilusión! Su rodilla le permite hacer ciertas cosas y es un regalo que comparta su irónica visión. Ese tirante de sujetador, que como ella misma dice, la convierte en una mujer semidesnuda según en qué sitio esté.
Escribo un pequeño poema de una poetisa libanesa, Nadia Tuéni, que Maruja nos envía en una de sus crónicas
“Mujeres de mi país, una misma luz endurece vuestros labios, y vuestros ojos han sido labrados por el mismo único orfebre. Vosotras que fortificáis las montañas, que convencéis al hombre de que es hombre a la ceniza de que es fértil; al paisaje, de que es inmutable. Mujeres de mi país, vosotras, que en el caos reencontráis lo perdurable”
Recomiendo leer también a Vargas Llosa el domingo y en el mismo periódico a Shlomo Ben-Ami. Político, muy político, éste último. Entre todos deberemos encontrar la mesura