1.9.09

LECTURAS DE VERANO

Me encuentro esta mañana en proceso de retomar cierta rutina. El día se ha levantado gris para confirmarme que estoy de vuelta en casa, que olvide los azules días castellanos; tal vez lo de ayer, cuando me permitió ver el mar y disfrutar observando a mi hijo perderse entre la arena y lo de anteayer, cuando paseé con Juanmi y volví a sentir cierta complicidad añeja, era sólo un espejismo de alargamiento de verano.
Retomo mi vieja intención de hacerme una base de datos con mis libros (aunque sean escasos) y comienzo por las lectura de este verano.
Por supuesto he leído la trilogía de Stieg Larssson, obligado es reconocer que aunque me resistía caí entregada en los tentáculos de la trama y devore los libros en poco días como si se tratará de una competición por ver quien llegaba antes a la meta. ¿A alguien se le ocurrirá sacarse de la manga borradores inéditos y ofrecernos una nueva aventura de la hacker asocial y del independiente periodista?

Archivados quedan los tomos de la trilogía

Paso a Los Huesos de Descartes. Absolutamente recomendable. Russel Shorto indaga en la peregrinación de los restos de Descartes después de su muerte ocurrida en Estocolmo. A la vez que nos va contando la circunstancias de su vida y muerte de forma somera y de las decisiones posteriores que se toman sobre su restos no s narra el desarrollo del pensamiento occidental, la influencia de su “método” en el desarrollo posterior de Occidente nos dejó a merced de nuestras propias decisiones; ya no teníamos a un grupo, a un Dios para guiarnos e inspirarnos en el camino.
Félix de Azúa escribió un estupendo artículo sobre el libro

Sería interesante analizar qué está pasando en la actualidad en que las necesidades de protección, de comprensión, etc… se han derivado hacia campos magnéticos energéticos, sincronicidades,….. Creo que Ken Wilber tiene alguna teoría al respecto y también José Antonio Marina en cierto modo se acerca a algo de esto pero desde otro ámbito, el de la recuperación del carácter. Esta ha sido otra lectura de mi verano de la que hablaré otro día