22.4.08

ACTO CREATIVO

De adolescente tenía muchos sueños..... ser.... pero no, no es por ahí. Eran las cuestiones a las que daba vuelta. Con una de ellas he relacionado lo que llevo días viviendo desde fuera. Soy una observadora de un proceso, me preguntaba hace tiempo cómo era eso de enfrentarse al folio en blanco, de escribir, reescribir, ..... ¡Qué espectáculo!la venida al mundo de un libro, el proceso y sus consecuencias. Compartir sensaciones, emociones, mapas mentales, imágenes, música,.... no sigo. Estoy deseando leer el libro para poder hablar yo también. Voy a ocnseguir un ejemplar-clásico, con sus hojitas encuadernadas, portadita con su "santo", contraportada,...

Tres Gymnopedias

11 Comments:

Anonymous Anónimo said...

¿Y cuál es la manera clásica conseguir un 'ejemplar' clásico?
¿Será también en un lugar clásico?
¿Será clásica la lectora?
¿Será clásico el autor?

5:11 p. m.

 
Blogger Carmen said...

Adivina...

7:06 p. m.

 
Blogger Fernando García Pañeda said...

Todo muy clásico.
Supongo que a los clásicos, en su día, se apuntaron a nuevas formas de crear, a nuevas formas de llegar a la gente. Si no, todos seguiríamos escribiendo como Homero.
Muchísimas gracias, Carmen.

1:40 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Aún sin ejemplar tienes mucho que decir......
Ya ves que no todos son palabras

6:44 p. m.

 
Blogger Carmen said...

Fernando: ¿Nuevas formas para temas perennes?O también los temas son nuevos
Txetxu: Cierto que no todo son palabras. Hay otros tipos de lenguaje. ¿Existe lo que no tiene nombre?¿Somos capaces de distinguir lo que no tiene nombre?

7:25 p. m.

 
Blogger Fernando García Pañeda said...

Hay un refrán euskaldun (que no escribiré para no meter la pata) según el cual "todo lo que tiene nombre, existe". Pero para uno de los dos sexos de la especie humana es fácil leer y hablar sin palabras, y no necesitan mucho los nombres.

6:00 p. m.

 
Anonymous Anónimo said...

Sí. Creo que sí. Quizás con el nombre nos pasa que todavía pensamos con un cierto peso religioso fruto de las religiones del libro y de los Dioses-verbo-palabra.
Yo creo que todos tenemos experiencia de experiencias existenciales que las hemos 'nombrado' con la risa o con el llanto y nos han sobrado las palabras.

10:00 a. m.

 
Blogger Carmen said...

Fernando: Es un ade mis preociapciones actuales, aprender a leer la sutileza del cuerpo, qué bloqueos manifiesta nuestro cuerpo y qué expresamos con él. Pero necesito nombrarlo, necesito la palabra para distinguirlo y contrastar la información que intuyo nos envía.

Txetxu:Y ¿cómo transmitimos eso al otro?Quiero decir si no estoy en esasituación que me provoca un tipo de respuesta digamos kinéstesica, ¿cómo lo comunico? Barrunto que puedes responder que con imágenes pero ¿en qué situación dejas a la palabra?

4:16 p. m.

 
Blogger Txetxu said...

LA palabra, el nombre no es el todo. No sólo existe y es real lo nombrado ni siquiera es seguro que sea en todos los casos y situaciones la mejor manera de comunicar.
Hay acciones que no nombran y comunican. Son expresadas y vistas. La palabra no es unívoca en su sentido. Puede ser plural en función de los contextos y, además, en la cultura cristina, la del libro, puede ir excesivamente unida a la racionalidad.

3:47 p. m.

 
Blogger Carmen said...

Txetxu. Estas conversaciones en red me resultan curiosas. "No sólo existe lo nombrado" Hay más allá de lo que soy capaz de nombrar pero ¿si desconocozco su nombre existe para mí? ¿No piensas que cuándo descubrimos algo nos preguntamos qué es? Traducimos lo vivido a lenguaje, hacemos la reconstrucción intelectual de lo sentido, de lo vivido. Esa es la vertiente racional, necesaria porque a través del lenguaje abrimos realidades. Rafael Echeverria habla del poder ontológico del lenguaje.
Creo que tendré que tomar un café contigo para hablar de esto porque el espacio se me queda corto.

6:01 p. m.

 
Blogger Fernando García Pañeda said...

Retomando (tarde) tu pregunta: los temas han sido, son y serán siempre los mismos, perennes. Lo único que nos queda a estas alturas de la historia es tratar de contarlos de forma distinta, con distintos adornos o distintos enfoques.

12:00 a. m.

 

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